Rush y Valens reabren el asesinato sin resolver de Arnold Collier, un huérfano de seis años que murió en un campo vacío en 1958. El viejo orfanato en el que Arnold vivía, ahora funciona como un centro de cuidados de día. Los dos detectives entrevistan a varias monjas que todavía trabajan en el edificio. El equipo de investigación localiza a la hermana ya adulta del chico, Gretchen, que fue enviada al orfanato con su hermano cuando sus padres murieron en un accidente de coche. Tras una investigación adicional, Rush y Valens se dan cuenta que los expedientes de Arnold fueron falsificados, y pronto descubren que la identidad de la madre de Arnold podía conducir al asesino.