La detective Rush reabre el caso del asesinato de una chica de 16 años, después de que un presidiario que busca una reducción de pena cuente una conversación de hace 22 años según la cual un inocente está penando por este delito. Encuentra evidencias de que un solitario, Will Harrell, es responsable del crimen. Tras hallar restos de sangre de la chica en el coche de Will, vendido pocos días después del asesinato, Rush y su nuevo colega, Scotty Valens, interrogan al sospechoso, quien insiste en que tiene una buena coartada. Las pistas les llevan enseguida a un antigua y famosa estrella y su novia estudiantil, que parecen tener motivos para estar involucrados en el asesinato.