Cuando Granger, un importante investigador de cáncer, es encontrado muerto, Holmes determina que fue asesinado y que su fallecimiento podría guardar relación con la reclamación de un experto en pronósticos médicos que asegura que la investigación del inventor fue falsificada. Cuando la mujer de Hank Prince, mujer del consejero delegado de la empresa que ha adquirido la patente de Granger, es asesinada, la investigación del caso da un giro inesperado.