Durante una fiesta ofrecida por la familia Lambert en su casa, Megan, la hija pequeña del matrimonio, aparece en el jardín con los pies cubiertos de sangre anunciando que su cuidadora yace muerta en la habitación. Tras la llegada de los C.S.I., Ryan encuentra un vaso y descubre que fue usado por Ron Coswell, el propietario de la agencia de 'canguros' con la que trabajan los Lambert habitualmente. Sin embargo, el hombre no admite haber matado a su empleada, aunque reconoce que fue a la casa para sonsacarle la combinación de la caja fuerte y robar 250.000 dólares.