El equipo de NCIS acude a la cárcel de Los Angeles después de enterarse de que Moe, el contacto de Sam en la prisión, ha sido atacado. Pronto descubren que el ataque de Moe se debía a la ceremonia de iniciación de un grupo secreto de terroristas que tiene a varios presos entre sus filas. El NCIS se comprometerá para que Moe se quede a salvo y liberarle si consigue más información sobre este grupo criminal. Mientras, Sam se infiltra para proteger a Moe. Además, en la cárcel Sam descubrirá a alguien muy especial para el equipo del NCIS.