Para demostrar que sigue siendo divertido, Jake trae de vuelta los Juegos de Jimmy Jab. Boyle supervisa los procedimientos, y usa su posición para animar a Debbie a salir de su caparazón, con consecuencias inesperadas. Jake y Hitchcock apuestan por quién ganará, con el nuevo sedán de Jake y Amy en juego. Holt deduce que Rosa tiene una agenda secreta para ganar y está decidida a averiguar cuál es.