La captura del renegado Michael Eddington se ha convertido en una obsesión personal para el capitán Sisko, que al lograr localizar una señal suya no duda en partir a bordo del USS Defiant en su captura. En el momento de dar la orden de abrir fuego sobre la nave de Eddington una serie de fallos dejan prácticamente inutilizado el Defiant, lo que humilla al capitán.