Grilka, una mujer klingon que estuvo casada con Quark en un matrimonio de conveniencia, llega a Espacio profundo 9. Worf se siente humillado cuando, tras enamorarse de ella solo verla, observa como ésta besa a Quark. Cuando pretende cortejarla, su acompañante le rechaza asegurando que hasta que Worf no recupere su honor entre los klingons, Grilka nunca estará con él.