Peggy y Al creen que la afición de Bud por tomarle el pelo a su hermana es excesiva y que ha de buscarse un nuevo hobby. Al y Steve se decantan por el coleccionismo de cromos de baseball, al que se aplican con más interés que el mismo Bud. Irritadas por el infantilismo de sus esposos, Marcy y Peggy empiezan a reflexionar sobre sus intereses. Marcy no acaba de creerse que la muñeca barbie no fuese una parte integral de la infancia de Peggy y ambas se disponen a eliminar esta "laguna cultural" sacando del armario todos sus viejos juguetes...