Mientras se encuentran reunidos, los agentes del NCIS reciben un aviso urgente de Dominic pidiendo ayuda. Tras localizar la ubicación exacta del coche de su compañero gracias al GPS del vehículo, acuden al lugar donde la policía local examina el escenario. Aunque los expertos en infiltración constatan la presencia de restos sanguíneos en el automóvil, están convencidos de que Vail permanece aún con vida. Callen lidera la investigación del secuestro de su compañero, búsqueda en la que se vuelcan todos los efectivos de la Oficina de Proyectos Especiales.