Tras el hallazgo del cuerpo sin vida y ensangrentado del marine Daniel Zuna, los efectivos de la Oficina de Proyectos Especiales investigan la vinculación de esta muerte con un gimnasio de artes marciales al que acudía el militar en su tiempo libre. Haciéndose pasar por la novia de Zuna, Kensi constata que muchos de los jóvenes que se entrenan en el gimnasio son marines que combatieron en la localidad iraquí de Zuna y sospecha que su muerte parece guardar relación con algo que sucedió allí. Paralelamente, Sam logra formar parte del grupo de luchadores del centro deportivo.