Tres miembros del SEAL enmascarados irrumpen en una operación de venta de droga robando el dinero del narcotráfico, acción que concluye trágicamente con la muerte de dos inocentes, entre ellos un agente de policía encubierto. Tras visionar la cinta de las cámaras de seguridad, Sam descubre que uno de los ladrones es un antiguo compañero del SEAL, por lo que se centra en la búsqueda de los otros dos asaltantes y de pruebas incriminatorias con las que condenarles.