Un grupo terrorista islámico roba en Irak un camión con cinco millones de dólares en efectivo, por lo que los agentes del NCIS emprenden la búsqueda del dinero para devolverlo a los Estados Unidos. Posteriormente, los miembros de la Oficina de Proyectos Especiales descubren que el dinero ha sido robado para que un atracador a sueldo perpetre un robo en una entidad bancaria local. Cuando tres hombres armados entran en el banco, la agente Kensi Blye les hace frente recibiendo un disparo durante el atraco.